Como todos saben, este lugar está situado en el Océano Ártico el cual está cubierto por un gigante casquete de hielo que cubre la mayor parte de esta región.
El Polo Sur, por su clima extremo, dificultó por años su exploración y han sido muchas historias de quienes han explorado esta región pero muy pocas tienen el sustento documental, estadístico e histórico que permitan saber más sobre esta gran travesía.
En esta ocasión te contaremos acerca de la primera expedición en esta intrigante región del planeta.
La primera persona de la que se tiene registro, fue del explorador y científico noruego Roald Amundsen, que en un principio pretendía ir hacia el Polo Norte, pero se vio en la obligación de cambiar su rumbo debido a que en 1909 los exploradores Frederick Cook y Robert Peary aseguraron haber logrado este hito. Amundsen ya contaba con la financiación, contaba con 4 exploradores de gran confianza y un barco especializado para atravesar el denso hielo del Mar Ártico, ante la posibilidad de que fuera visto de manera negativa o sin el interés de la comunidad internacional o que no siguiera el apoyo de quienes habían financiado su expedición en un primer momento, decidió callar y mantener en secreto por un tiempo su nuevo propósito.
El viaje inició en el año de 1910 y toda la tripulación partió creyendo que irían hacia el Polo Norte, al momento de llegar a la Bahía de las Ballenas, ubicada en la Barrera de Hielo de Ross, comenzó la preparación para su gran exploración, fueron varios meses de entrenamiento en este lugar, establecieron un campamento base llamado Framheim y en octubre de 1911 partieron de manera oficial a la exploración con cuatro trineos y cincuenta y dos perros.
Durante su travesía, descubrieron el Glacial Axel Heiberg, de 48 de kilómetro de longitud y que desciende desde las alturas en el Meseta Antártica hacia la Barrera de hielo de Ross. Esta enorme masa de hielo facilito a los exploradores llegar más rápido a la Meseta Antártica. Gracias a la experiencia de Amundsen con los esquís y el patinaje de hielo, le facilitó a él poder guiar a su grupo de exploradores con el uso de trineos de nieve guiados por perros. Parte de su exploración permitió conocer y estudiar la Península del Rey Eduardo VII y una inmensa zona del océano.
Pero ellos no eran los únicos que pretendían llegar a esta región, la exploración Terra Nova o más conocida como The British Antarctic Expedition 1910, era dirigida por Robert Falcon Scott y estaban en una carrera contrareloj para llegar al Polo Norte antes de que Amundsen, aunque lograron llegar después de la primer expedición, exactamente 35 días después, el clima no les permitió regresar con vida al campamento base de donde partieron. El 12 de noviembre de 1912 encontraron sus cuerpos congelados cerca de un campamento localizado a 18 kilómetros, llamado One Ton Depot. Poco después se confirmó que la falta de alimentos para los perros y el clima les impidió salir de la zona inhóspita antes de que acaban sus provisiones.
Pie de foto: Mapa mostrando las travesías polares de la expedición Terra Nova de Scott (verde) y la expedición de Amundsen (rojo) para alcanzar el Polo Sur
La trágica muerte de los exploradores del equipo Terra Nova opacó el gran hito de Amundsen, que el 14 de diciembre de 1911 lograron llegar a donde pretendían, decidieron levantar en pleno polo su campamento, llamado Polheim. También instalaron una tienda con una carta en su interior, que daría testimonio de su logro en el caso de que el equipo no pudiese regresar a Framheim.
Aunque en aquella época, ante la falta de medios de comunicación, el éxito de la exploración de Amundsen no fue anunciado de manera oficial al público sino hasta el 7 de marzo de 1912, cuando el equipo llegó a Hobart, en Australia.
Todo su viaje está narrado en su libro El polo sur: un informe de la expedición antártica noruega en el «Fram»