Oymyakon, el pueblo más frío del mundo

Oymyakon


Si algún día se les ocurre visitar este pueblo de Rusia en auto, tengan la precaución de no parar el motor estando al aire libre. Puede ocurrir que cuando quieran volver a ponerlo en marcha no puedan….

Si algún día se les ocurre visitar este pueblo de Rusia en auto, tengan la precaución de no parar el motor estando al aire libre. Puede ocurrir que cuando quieran volver a ponerlo en marcha no puedan…. ¿Por qué? Porque la nafta se congela cuando hay menos de 45 grados bajo cero. Pero “¿en qué lugar habitado pueden alcanzarse esos registros?”, se preguntarán entonces. Bienvenidos a Oymyakon, el pueblo más frío del mundo.

Al este de Siberia, este pequeño municipio de la República de Sajá perteneciente a la Federación Rusa, ostenta el récord de la temperatura más baja jamás registrada en una zona habitada. Fue el 26 de enero de 1926, cuando el termómetro marcó 71,2 grados bajo cero. Sin embargo, no es la temperatura más fría registrada a lo largo de la historia en el planeta Tierra, ya que la misma se obtuvo en en 1983 en la Antártida, en la base de Vostok, cuando el mercurio bajó hasta los -89,2ºC.


Muy poca gente anda por la calle en invierno (Amos Chapple)

Con poco más de 450 habitantes en Oymyakon, uno no tarda en preguntarse cómo es posible vivir en un lugar donde la temperatura media en enero es de casi 50 grados negativos, donde el suelo está permanentemente congelado, donde los niños no van al colegio cuando el termómetro marca registros por debajo de los -52ºC (algo habitual de diciembre a marzo). “Siempre que pueden, los habitantes del pueblo permanecen adentro de sus casas”, explica Amos Chapple, un fotógrafo neozelandés que visitó Oymyakon a principios de 2013 para inmortalizarlo con sus fotos.

Chapple relata que es difícil encontrarse a alguien por la calle en invierno. “No pasan más tiempo afuera de lo necesario, son muy cautelosos. Y las pocas personas que uno puede encontrarse no tienen muchas ganas de conversar, conducta totalmente compresible en un lugar en el que estar a 65 grados negativos es algo habitual en enero. Es muy difícil retratar la vida allí”, subraya el fotógrafo.


Las vacas pasan casi todo el invierno dentro del establo (Amos Chapple)

Con respecto a la relación de estas familias con el frío, asegura: “No les gusta en absoluto. Para ellos, además de incómodo, es peligroso. Una de las formas que tienen de quitárselo de encima es bebiendo. En algunos de los establecimientos que visité había dibujos hechos por niños en los que se podía leer el lema ‘El vodka es malo’. Era un poco triste de ver”. Y explica que en Oymyakon beben mucho lo que ellos llaman “Russki Chai” (té ruso).

Para matar el tiempo encerrados en sus hogares, los habitantes del pueblo optan por la lectura o por ver la televisión. Como nosotros. Y también organizan algunos espectáculos”, dice Chapple. También se organizan algunos espectáculos. Sin embargo, las pocas veces que salen de sus casas es para hacer una visita obligada al cuarto de baño. En Oymyakon las tuberías no tienen demasiado sentido porque reventarían debido a las temperaturas extremas. Por eso, el lavabo suele encontrarse en una maltrecha cabaña ubicada al lado de las viviendas.

Comparte esta publicación con tus amigos.